ALBERTO ANTONIO FORONDA CORREA.
RITO, ESPACIO Y PODER EN LA VIDA COTIDIANA
La lectura personal del texto: “Rito, Espacio y Poder”, quiero presentar como tesis del autor: “el rito se convierte en el legitimador de la autoridad”; ya que
el autor está continuamente estructurando alrededor de esta proposición y
manifiesta con ejemplos, que según percepción personal, argumentan de
forma que fortalecen la misma. Por ejemplo; cuando habla de la jerarquía de
una familia al sentarse a cenar explicando que cada uno tiene su lugar en la
mesa y especificando que el padre, se sienta a la cabecera de ella por tener
la mayor autoridad, aquí se está haciendo claramente práctica la
proposición, que presento como tesis del autor; ya que es un rito el acto de
que cada uno tenga su lugar en la mesa y de que el padre se siente a la
cabecera de ella lo que muestra claramente que ese rito está pronunciando
la autoridad que tiene el padre, y es el que está legitimando la autoridad.
Ya que no es un caso de legalidad, no hay leyes establecidas que indiquen
como se deben sentar los sujetos de una familia en la mesa a cenar, sino
que es un acto moral, de carácter legítimo, porque la sociedad lo ha
adoptado como norma, no incluyendo aquellas familias que no han heredado
esto o lo han perdido.
El autor retoalimenta estos argumentos cuando dice: “¿Qué evidencia esta
distribución espacial? ve, en primer lugar, una estructura jerárquica
que, en sociedades tradicionales y actuales, particularmente de origen rural, es casi
hereditaria: al morir el padre será el hijo mayor quien ocupe la cabecera de la
mesa, incluso si hay descendientes de sexo femenino de mayor edad que el
varón”.
Al presentar una autoridad que es heredada por rito, y que aquél rito da el
valor legítimo de autoridad.
También el autor presenta una experiencia como noción para alimentar lo
que viene presentando cuando dice: “Nuestra observación directa de
familias en La Cañada, estado Zulia, Venezuela, una población de origen
rural, evidencia que cuando el padre muere y no hay descendientes mayores
de dieciocho años será entonces la madre quien ocupe la cabecera de la
mesa hasta cuando el primer descendiente varón haya alcanzado mayoría
de edad y permanezca viviendo con la familia”.
Aquí presenta nuevamente el rito, que le da al varón de mayoría de edad, la
autoridad legítima, se ha legitimado en tal forma que la madre pierde la
autoridad superior, cuando el hijo que venía sujeto a ella cumple la mayoría
de edad. Esta autoridad que le da el rito al varón sobre la mujer y sobre el
resto de sujetos que conforman la familia la reafirma cuando dice: “Como
vemos, el que el padre ocupe la cabecera de la mesa, cada día, en la cena
familiar, expresa una doble jerarquía. La primera, que podríamos llamar
jerarquía paternal, con respecto a los hijos, y, la segunda, con respecto a la
esposa, que podríamos llamar jerarquía conyugal. Ambos tipos de jerarquía
expresan un poder: la competencia para ejercer control, imponer normas,
vigilar su cumplimiento y distribuir castigos y recompensas”. Con esto el
autor categoriza la autoridad; que es mayor la que tiene el hombre, que la de
la mujer, en el rito; presentando como ella está bajo la autoridad de su
esposo ó al faltar su esposo de un hijo mayor suyo.
El autor muestra cómo un rito, se puede legitimar de tal forma que, en su
conclusión expresa: “Nada repugna más a la forma ritual que el cambio”.
Al leer el título del texto me imaginé que trataría de ritos que las sociedades
antiguas hacían a sus dioses para que los pusiera en alto y les concediera
sus deseos, pensé en antigüedad; pues ese: Espacio y Poder se me
parecían, como si se fuera a tratar del cambio que se ha dado en el espacio
a lo largo de la historia y la interpretación del poder; de pronto me hizo
pensar que ver documentales y otras fuentes de información a priori causan
algún efecto en la mente.
En realidad, el autor estructuró desde diferentes puntos de vista el espacio,
hablando de la vida cotidiana como espacio del rito, de un micro-universo
también espacio de ritos, de organizaciones jerárquicas legitimadas por el
rito, y como el poder puede cambiar las relaciones interlocutorias; mostrando
como el espacio y el poder son legitimados por el rito siendo estos signos de
autoridad.
El lenguaje que utiliza el autor es clarificador de sus proposiciones un
ejemplo de ello es cuando dice: “Otra situación cotidiana expresiva de la
micro-política grupal o social tiene que ver con la dirección y la organización
de la interacción en su doble aspecto verbal y visual, que una vez más
Saramago, en la obra citada, expresa en el diálogo entre Don José y su jefe:
"...No he cometido ninguna falta, señor, Imposible, la única persona que
aquí no comete faltas soy yo, y ahora qué pasa, por qué mira la guía de
teléfonos, Me he distraído, señor, Mala señal, sabe que siempre debe
mirarme cuando le hablo, está en el reglamento disciplinario, yo soy el único
que tiene derecho a desviar los ojos, Sí señor. El autor utiliza
ejemplos y citas de otros recursivamente para facilitar la comunicación de
sus ideas, esto hace que su lenguaje incida en la profundidad, claridad y
autoridad de su texto y de él mismo, como autor.
Al leer el texto descubrí la idea de que el rito se convierte en legitimador de la autoridad continuamente sin que mucha gente se preste apercibida de ello;
simplemente se otorga autoridad de acuerdo a esa legitimidad moral sin ser
actos de mucha conciencia; de esto me surge la duda del ¿por qué
individuos siguen conservando ritos a pesar de la ignorancia que tienen
acerca de ellos y la cantidad de tiempo que llevan posicionados en el
accionar de los mismos? ¿Por qué las personas en su casi generalidad no
optan en cambiar esos ritos?,por que tratan de mantenerlos actualmente?
